lunes, 14 de julio de 2008

El Comienzo


Nuestra historia, en cierto modo tu historia, es la historia de un destino caprichoso que jugó con tus padres al esconder durante algunos años... o puede que tal vez sencillamente nunca fuese el momento… hasta aquel momento...

La secuencia caprichosa del destino comenzó con una multitud de encuentros vacíos de contenido, fortuitos, aleatorios tal vez… pero inconscientes y pasajeros… como nuestras propias vidas en aquellos días… La feria (para siempre ya ligada a la historia de tu vida), era uno de esos puntos de desencuentro garantizado… Mi feria era nuestra caseta, la caseta del Club de Rugby… y tu madre tenía toda la feria a sus pies… o tal vez habría que decir que sus pies tenían a toda la feria, pero la caseta del CRAP era parada obligada todos los años. El caso, es que es sencillamente IMPOSIBLE que no nos cruzásemos 100 o 200 veces durante años… incluso hay pruebas gráficas que demuestran lo cerca que estuvimos… (Esta foto se tomó 3 años antes de que el destino decidiese que ya era suficiente):













Pero era cuestión de tiempo… tu madre, es sencillamente la piedra de clave que sostiene esta extraña y complicada alma mía… yo era una construcción que lejos de estar a medias, no podía siquiera comenzar a edificarse sin ella… así es que tenía que aparecer… era absolutamente necesario que lo hiciera… así es que un día que no alcanzo a determinar, un día sin perspectivas en el que tu padre compartía la apatía de la barra del Pub de “tito Iñaki” a comienzos de las vacaciones de navidad del curso 2002-2003, tu madre sencillamente apareció… No puedo decirte nada más sobre esa noche, no se que cené, no se como iba vestido, no se a que hora me fui a casa… todo ese día carecía de importancia; tu madre, por fin, había aparecido… aunque ella aún no lo sabía…

Que unos días después coincidiésemos para ver un partido de fútbol en la calle (creo no hemos vuelto a ver un partido juntos en un bar desde entonces), no tiene nada que ver con el destino… que esa noche alargásemos todo lo posible la inevitable vuelta a casa no fue cosa del destino… que tu madre cenase en mi casa 3 días después (bendito 22 de enero) no fue cosa del destino… que cuando mi compañera de piso se quedó dormida (la horizontal de Eli es infalible) la química entre tu madre y yo fuese diferente, desconocida, embriagadora… eso si pudo ser cosa del destino, pero en realidad, lo que realmente determinó que el momento y la persona habían llegado, fue algo tan sencillo e inocente como un abrazo.

Aquella noche, y después de aquella noche muchas veces, pero aquella noche en particular nuestro abrazo fue sencillamente perfecto… absolutamente complementario… no sabría explicarte muy bien… es como si después de intentar encajar en el hueco de un puzzle mil doscientas piezas, de repente das con la adecuada… y entonces todo encaja… todo encaja… aun no podíamos saberlo, claro, pero ese abrazo era el comienzo de la construcción del puzzle de nuestra relación, de nuestra vida… de nuestra familia… y creo que tu, nuestro pequeño proyecto de vida, eres esa pieza que encaja a la perfección para completar nuestro puzzle… ese hermoso y armónico paisaje compuesto de miles de pequeñas cosas… así es como empezó todo… hasta hoy; en que tu madre está moldeándote en su vientre para que encajes y des aun más sentido a este peculiar puzzle que componen nuestras vidas…

…continuará…
oooo